Imagen de Pinterest
Dos vibraciones dicen que somos, como cuando
alguien toca dos cuerdas de una guitarra.
Resonando uno al otro para crear armonía.
Miles de sonidos y lo único que oigo son los
ecos de tus besos que llegan hasta mi alma.
Fatigado, en silencio mi corazón te busca, en
silencio te encuentra, cantándote una a capela.
Solicito mirarte a los ojos, para leer las
partituras que me llevan a una grande sinfonía.
La tarde entra y los acordes van bajando al
compás de tu risa.
Sigamos conquistando melodías hasta quedar
un solo violín rasgando la existencia, hasta la
última nota…
Yves Vidal